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ansiedad, además trabaja los procesos cognitivos como la atención, concentración y memoria.
Así también, Domínguez (2014), lo afirma al referirse que la arteterapia fortalece la
autoestima de los estudiantes, así como la parte cognitiva.
En cuanto a la dimensión saber hacer, un 51.2% de estudiantes presentan un nivel regular en
cuanto a dicha dimensión; un considerable 46.3% presentan un nivel bueno, a comparación
del 2.4% que se ubican en un nivel deficiente. En ésta dimensión también podemos ver que
la mayoría de estudiantes no usan la dimensión saber hacer; en la que Ortiz (2018),
considera que éste saber hacer, implica desarrollar procedimientos para resolver problemas
cotidianos por medio de una planeación, regulación y un proceso evaluativo.
Vemos que varios autores han puesto en práctica el saber hacer al trabajar sus sesiones con
diversas técnicas arte terapéuticas, como por ejemplo: Castañeda (2019) quien realizó su
investigación con un grupo de estudiantes de un colegio en la ciudad de Trujillo, dicha
investigación tuvo como objetivo determinar la influencia de los talleres de arteterapia en la
prevención de conductas antisociales; usando como técnicas: el uso de collage, el coloreado,
la redacción de textos, la dramatización, en donde pudieron reconocer sus emociones, etc.
Muchas de éstas estrategias artísticas y creativas lograron que las personas en estudio
realicen su catarsis mediante sus propias creaciones, conllevando a la canalización de
impulsos negativos. Otro ejemplo del saber hacer es el uso de las mándalas dentro del
trabajo educativo, para ello Vásquez (2018), realizó una investigación cuyo objetivo fue
determinar los efectos de las mándalas en el nivel de atención. Dicha investigación se realizó
en estudiantes de la I.E.P Almirante Miguel Grau de Puno, en donde se concluye que las
mándalas logran un efecto positivo en el nivel de atención de los estudiantes; así como el
hacer mándalas permite mejorar el nivel de concentración en los estudiantes, permitieron
mejorar el interés en los estudiantes, lo que conlleva al logro de habilidades, capacidades,
destrezas y actitudes.
Por otro lado, siguiendo la línea de la dimensión saber hacer, Cáceres (2017) refiere que un
plan de terapia de arte, viene a ser un sin número de tareas previstas que están dirigidos a
cumplir los objetivos y metas trazadas, mediante el uso de recursos plásticos, escenificación
y artes expresivas que se encuentran relacionados al juego de roles, la melodía y el baile;
permitiendo de esta manera la experimentación y el aprendizaje de habilidades sociales;
en el ámbito individual y social. Tomando lo que dice el autor, en el modelo de arteterapia
usaremos: la narración de historias y cuentos, dramatización, uso de recursos plásticos del
arte como el dibujo, mándalas, uso de plastilina, collage, etc.